Argentina, el eterno Fénix

Eduardo Fort

El jueves pasado y luego de una intensa sesión parlamentaria, el Senado de la Nación Argentina aprobó la legislación que limita en las tarifas de los servicios públicos (gas, agua, electricidad), que sufrieron una suba desbocada desde la última devaluación del peso argentino. El presidente Mauricio Macri, como había anticipado (y, de hecho, firmado previamente) vetó la ley, argumentando que el costo de negar la realidad tarifaria[1] ascendería a unos 110 mil millones de pesos (unos 3.800 millones de euros)[2].

Esta medida marca el enésimo intento del presidente argentino por normalizar la situación socioeconómica del país sudamericano. A lo largo de su historia reciente, la Argentina se caracterizó por tomar rumbos inesperados y -en muchos casos- francamente contradictorios. País liberal, conservador, socialdemócrata y populista, protector de nazis y criminales de guerra fugados luego de la Segunda Guerra Mundial, pero uno de los primeros en reconocer al Estado de Israel[3], aliado de Estados Unidos durante la Guerra Fría[4], pero enemigo del Reino Unido durante la Guerra de las Malvinas, la principal característica de Argentina a lo largo del siglo XX fue la incertidumbre. Aunque la democracia argentina cumplirá, en 2018, 35 años de plena vigencia (e indiscutible buena salud), vale la pena aclarar que recién en 1999 se produjo el primer traspaso de mando entre un presidente democrático y un homólogo, en circunstancias normales[5].

El ascenso al poder del presidente Mauricio Macri, que tuvo lugar el 10 de diciembre de 2015, marcó el primer triunfo electoral de un candidato no surgido de los dos partidos políticos históricos de Argentina: el Partido Justicialista (fundado por Juan Domingo Perón en 1946) y la Unión Cívica Radical (creada por Leandro N. Alem en 1891). A lo largo de dos años y medio de gobierno, el presidente Macri impulsó diversas medidas con el objetivo declarado de “hacer que la Argentina vuelva al mundo”[6], convertir al país de Lionel Messi y el Papa Francisco en un lugar confiable, respetuoso de las reglas y atractivo para los inversores. Toda una odisea.

Sin embargo, hay razones para el optimismo porque los números, sin duda, son interesantes. Tercera economía desarrollada de América Latina luego de Brasil y México, miembro de organismos internacionales de peso como el G-20 y el G-77, Argentina cuenta con un PIB (nominal) en torno a los 450 mil millones de euros y un PIB per capita (nominal) de alrededor de 11 mil euros. El principal activo del país sudamericano fue -y es-, a lo largo de su historia, la inmensidad de sus recursos naturales; como anécdota, vale decir que, a principios del siglo XX, el país ya era conocido como “El granero del mundo”. A su riqueza agropecuaria debe sumarse su ingente potencial minero, gasífero y petrolero, así como sus vastas reservas de agua dulce, litio y fosfatos. Con un sector de servicios pujante, ya hay numerosas empresas argentinas con presencia internacional e incluso varias que cotizan en la Bolsa de Nueva York[7].

Con el visto bueno del Fondo Monetario Internacional (institución a la que Argentina regresó[8] luego de mucho tiempo)[9] y el apoyo de países de primera línea (como Estados Unidos, Japón, Francia y el Reino Unido)[10], la segunda década del siglo XXI puede ser la plataforma de despegue que Argentina busca y necesita.

Datos generales sobre Argentina

Argentina, quick facts (1)
Argentina, quick facts (2)


Sobre el autor:

Eduardo Fort es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense de Madrid. Ha participado en proyectos académicos relacionados con Historia de las Ideas y Teoría Política. Ha colaborado con diversos medios, periódicos y televisión, como analista internacional y especialista en América Latina.


Fuentes:

[1] En Argentina y a causa de políticas diseñadas por el gobierno de Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández (2007-2015), vastos sectores de la población están beneficiados por un sistema de subsidios al consumo energético.

[2] Braslavsky, G (2018) Tarifas: Mauricio Macri vetó la ley en tiempo récord y se endureció con el peronismo. Clarín. Disponible online (link) [Último acceso: 07.06.2018]

[3] Lo hizo el 14 de febrero de 1949, a menos de un año de la proclamación del Estado de Israel.

[4] Argentina colaboró con Estados Unidos proveyendo de “asesores militares” para la contrainsurgencia en América Central, así como también adhirió al boicot estadounidense a los Juegos Olímpicos de Moscú en 1980.

[5] En 1989, el presidente Raúl Alfonsín debió abandonar el cargo seis meses antes; en 1995, su sucesor Carlos Menem obtuvo la reelección.

[6] Cué, C (2017) Macri: “Los argentinos dijeron basta de echar la culpa al mundo de lo que nos pasa”. El País. Disponible online (link) [Último acceso: 07.06.2018]

[7] Por mencionar algunas: la informática Globant, la plataforma de compra-venta MercadoLibre o los bancos Macro y Supervielle. A estas se sumarían Corporación América (que controla 51 aeropuertos en todo el mundo) y las energéticas Central Puerto, Genneia y Pampa Energía.

[8] Todo Noticias (2018) Macri: “Decidí iniciar conversaciones con el FMI” (Documento audiovisual). Disponible online (link) [Último acceso: 07.06.2018]

[9] Viaña, D (2018) ¿Por qué Argentina ha tenido que pedir otra vez ayuda a su ‘odiado’ FMI? El Mundo. Disponible online (link) [Último acceso: 07.06.2018]

[10] Rumi, M (2018) La Argentina recibió el apoyo de países clave en el directorio del Fondo. La Nación. Disponible online (link) [Último acceso: 07.06.2018]

NOTA: el actual post originalmente se publicó en el Blog de Dos Aguas Consulting en versión inglesa el 7 de junio

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *